La mejora en la situación económica ha permitido mantener el crecimiento del 2015 respecto al presupuesto de las universidades públicas presenciales españolas. Pese a ello, 4 son los retos que destaca la edición: el descenso de alumnos de grado, la sobrecualificación, la caída de los indicadores de investigación y transferencia, y el posicionamiento internacional de la universidad.
El Barómetro CYD 2017 evidencia el papel de la universidad dentro de la economía y la sociedad del país mediante la opinión de expertos respecto a su marco general, la formación e inserción laboral y la transferencia de tecnología. Valoran a la transmisión e incorporación del conocimiento con la mayor importancia y que la Administración pública otorga aún menos interés a la universidad.
Ofrecemos la información más relevante del Informe CYD 2016 desglosada por comunidades autónomas y por universidades dentro de cada comunidad, incluyendo en 19 informes individuales al conjunto de universidades no presenciales y especiales. La referencia temporal es el año 2015 y el curso 2015-2016, con excepciones como la oferta universitaria que toma el curso 2016-2017.
Publicación promovida por la Cámara de Comercio de España, la Conferencia de Consejos Sociales de las Universidades Españolas y la Fundación CYD, sobre las reformas de la gobernanza en los sistemas universitarios europeos. Analizamos los casos de Austria, Dinamarca, Finlandia, Francia, Países Bajos y Portugal para debatir las acciones que afectan a los aspectos de la universidad.
Este estudio tiene como objetivo reflexionar sobre la racionalidad de la financiación pública, los fondos del Estado y la actividad universitaria, prestando atención a los recortes en los presupuestos de I+D+I los cuales suponen un serio problema al ser fundamentales para la orientación de las inversiones privadas dentro de proyectos sociales y económicos de cambio tecnológico.
Esta entrega destaca que la universidad española empieza a reflejar un cambio positivo en la tendencia de la situación económica general. Si bien el paro entre los universitarios es del 10,9%, acortando en tres puntos la brecha con la UE en los tres últimos años, la universidad debe contribuir a la transformación de la economía para hacerla más competitiva internacionalmente.
Si bien en esta edición se evidencia que la universidad ha sabido gestionar con eficacia el impacto de la crisis, necesita ser reforzada tras descender los recursos aportados en los últimos años. El sistema universitario, en tanto elemento central de la economía y la sociedad española requiere más financiación y autonomía para abordar la transformación digital y potenciar la internacionalización.
Esta edición destaca los esfuerzos y avances de la universidad por adaptarse a la realidad, así como los retos para progresar en objetivos estratégicos: aumentar la competitividad y reducir el desempleo. En relación a la inserción laboral de los titulados universitarios, se percibe una mejora evidente: la tasa de paro desciende casi un punto y medio y la de empleo aumenta más de uno.
El Informe CYD 2013 constata una reducción, ligera, de la tasa de paro para los graduados universitarios. En referencia a la investigación y transferencia, y pese a la crisis económica en la que se enmarca esta edición, las publicaciones realizadas por parte de las universidades han continuado con su tendencia creciente y las solicitudes de patentes también han aumentado.
La novena edición del Informe CYD se escribe desde un entorno externo caracterizado por cambios profundos y acelerados. Esta publicación ofrece indicadores sobre el impacto de las restricciones presupuestarias en las universidades públicas, la reforma de las universidades, así como sobre la inserción laboral y empleabilidad y la transferencia de conocimiento.
La situación de la universidad española no puede sustraerse de la economía. El sistema universitario se ha visto afectado por el ajuste en la I+D+i y una caída de la inserción laboral entre universitarios, aunque también ha crecido el número de estudiantes, se ha reducido el desajuste entre puesto de trabajo cualificado y demanda, y han crecido las publicaciones, patentes y spin-off.
La universidad se ve obligada a gestionar un ajuste presupuestario así como atender nuevos retos. Si bien ha aumentado el número de matrículas de grado, se ha reducido la financiación privada de la I+D. Además, debe enfrentar la internacionalización académica y seguir con la adaptación al Espacio Europeo de Educación Superior aplicando un modelo pedagógico y de management.
