La universidad española no solo ha conseguido atender a un creciente número de estudiantes universitarios, sino que además gracias a los sistemas de incentivos y a las reformas legales introducidas ha alcanzado resultados destacables que han sido elogiados en apartados como la capacidad científica.
Aún así, debe intensificar su tercera misión: aumentar su internacionalización (movilidad de estudiantes y profesorado), potenciar la conexión entre los niveles de gobierno con competencias sobre la universidad y modificar las pautas de financiación universitaria con ayudas públicas a los estudiantes.
El Informe CYD 2009 enfatiza en la necesaria reforma universitaria centrada en modificar los sistemas de gobernanza, establecer una red de información que posibilite la transparencia y plantear una política de recursos humanos que permita a las universidades desarrollar sus opciones estratégicas.
Igualmente, el Barómetro CYD constata que es necesario realizar un mayor esfuerzo por transmitir a la sociedad el papel protagonista que deben desempeñar las universidades para salir de la crisis ya que, según el panel de expertos consultados, todavía no se las percibe como elemento determinante.
Por último, el Informe CYD 2009 incorpora la Monografía ”La investigación y sus actores: institutos y centros de I+D y sus desafíos”, en cuyo análisis se deja en evidencia la emergencia de nuevos institutos de investigación que han alcanzado un rendimiento elevado en relación a otras entidades.
Mensaje de Ana Botín
Es un éxito indiscutible que la universidad española haya respondido en gran medida a las demandas de la sociedad en aspectos tales como una mayor masificación y el fuerte aumento de estudiantes matriculados.
El Informe CYD 2009 pone de manifiesto cómo la universidad sigue avanzando a pesar de las dificultades y que es cada vez más consciente de las barreras a las que se enfrenta y de la necesidad de eliminarlas.
En todo ello debemos tener muy presente que las reformas ambiciosas exigen debate y amplia participación.