¿Mentores?¿Programa de mentoring? ¿Fundación Conocimiento y Desarrollo? Estos y otros muchos interrogantes surgen al inicio de esta relación que pone en contacto a un novato laboralmente hablando, con un sénior. Una relación algo desproporcionada en cuanto a peso, precisamente es este gradiente el que permite un gran flujo de conocimiento. Tan solo vislumbrando el tamaño del mismo, se acaban disolviendo todos estos interrogantes.
Ahí reside el factor clave, la desproporción que hay en cuanto a background entre Mentor, directivo experimentado de empresa importante, y estudiante quien, pese a contar con un buen expediente académico, aún está acabando su carrera universitaria. El grado de conocimiento del mundo profesional acumulado por el mentor a lo largo de su trayectoria profesional y su disposición a transmitirlo tienen un valor incalculable en cuanto a cubrir la inherente carencia de este por parte del mentee. Así pues, no se trata de un programa de prácticas, ni de inserción laboral, el programa va más allá, pretende establecer una relación personal entre ambos participantes, potenciar y desarrollar las competencias del mentee para su evolución tanto personal como profesional y su correspondiente contribución al éxito profesional.
Con la asignación del Mentor, en mi caso Manuel Cermerón, Director General de SUEZ Advanced Solutions llega la primera reunión y en ella, después de la debida presentación y antecedentes por ambas partes, se establecen los objetivos profesionales que el mentee espera obtener del programa. De tal forma que el programa se adecúa al mentee, haciéndolo idóneo en todos los casos y garantizando el éxito del mismo.
Desde esta primera sesión Manuel Cermerón ha demostrado reiteradamente su implicación por mi evolución personal y profesional, se ha mostrado muy cercano, y comprometido en el proyecto, ofreciéndome recursos y ayuda que seguro me servirán para mejorar, aprender y conseguir alcanzar no solo objetivos, sino una visión de futuro.
Dicho cambio de visión es uno de los resultados que aunque al principio parcial, uno percibe en pocas sesiones, las anteojeras que te centran en una visión del mundo muy académica desaparecen, ampliándote así el campo de visión y permitiéndote no únicamente ver, sino también analizar las cosas desde una mentalidad empresarial/laboral, la cual de otra forma no sería posible debido al corto bagaje del mentee.
A día de hoy, en plena realización del proyecto mentores, quiero agradecer desde aquí el apoyo de la Universidad Ramon Llull así como a mi mentor Manu y a la Fundación CYD por haberme dado la posibilidad de formar parte de este proyecto que está siendo de gran interés para mí y por la certeza que tengo, ya a día de hoy, de que será una experiencia muy constructiva la cual está aportando nuevas perspectivas a mi mundo.