Desde la primera edición piloto en 2014, hemos entendido y promovido a la mentorización como una relación entre mentor y mentee en la que el profesional proporciona (a través de su larga trayectoria) orientación y dirección a un estudiante a punto de graduarse. La toma de decisiones personales y respecto a la carrera, los valores culturales e interpersonales, las oportunidades para desarrollar redes de networking o el desarrollo de nuevas habilidades y competencias han sido siempre los pilares del Programa Mentores CYD. Al finalizar la edición 2019, estamos convencidos de que impulsar el mentoring con los jóvenes de hoy enriquece en gran medida a sus protagonistas.
Al finalizar el mes de septiembre, dimos por concluido el Programa Mentores CYD 2019 y el balance fue, una vez más, muy positivo: 28 mentores con gran dedicación, interés y compromiso, acompañaron y asesoraron durante 6 meses a nuestros 29 mentees, provenientes de diferentes universidades españolas y de diversas áreas de estudio.
Para Fundación CYD, el lema que da vida a cada uno de los match entre mentor y mentee siempre ha sido el de potenciar, cuidar, compartir y ayudarse mutuamente. Bajo este paraguas de desarrollo recíproco, los Patronos de la Fundación CYD y empresarios del máximo nivel invierten su tiempo, know-how y esfuerzo en potenciar los conocimientos, habilidades y competencias de los futuros graduados.
Vigente por sexto año consecutivo, nuestro Programa Mentores CYD lleva en su registro 154 mentees, 60 mentores y la colaboración de 19 empresas con un claro enfoque: contribuir y ampliar los vínculos entre la universidad y la empresa. A sabiendas del desfase que actualmente ciñe a la demanda y a la oferta de trabajo, apostar por el mentoring con los jóvenes de hoy es una alternativa ideal para ampliar las vías de colaboración entre las universidades y el tejido empresarial.
Fruto de los cambios acelerados que se están dando en el mercado laboral y en las relaciones que rigen la cultura organizacional de una empresa, apostar por el mentoring con los jóvenes de hoy no solo trae beneficios para el futuro graduado, sino también a los altos ejecutivos y directivos involucrados en este tipo de programa al comprender de primera fuente cuáles son las motivaciones, necesidades, aspiraciones y preocupaciones de aquellos profesionales que serán los líderes del mañana.
Programa Mentores CYD 2019: Entrevista con Gonzalo Gómez de la Calle
Al igual que el año pasado, en Fundación CYD hemos querido recoger los testimonios de algunos de los jóvenes que fueron seleccionados como mentees para conocer cómo han sido los encuentros destinados a desarrollar su potencial y las dinámicas de relación basadas en la transferencia de conocimiento y en el aprendizaje a través de la experiencia.
En este primer encuentro, conversamos con Gonzalo Gómez de la Calle, graduado en Doble Grado en Administración y Dirección de Empresas y Relaciones Internacionales por la Universidad Pontificia Comillas. Con tan solo 23 años, tuvo la oportunidad de generar una relación con Olaf Díaz-Pintado, Socio Director General de Goldman Sachs International, y sus respuestas sobre esta experiencia nos demuestran que su mentor ha actuado como modelo, consejero, maestro y “acelerador de personas” para la superación de sus miedos e incertidumbres.
A continuación, te compartimos las respuestas de Gonzalo y el audio completo de la entrevista por si quieres escuchar su balance sobre el Programa Mentores CYD 2019.
¿Cómo se fijaron los objetivos para cada una de las sesiones con tu mentor? ¿Hubo cierta metodología o enfoque para llevar adelante los encuentros?
Empezamos con mi currículum. Olaf me dijo que estaba muy bien. Luego me preguntó dónde y cómo quería verme dentro de unos años. Yo tenía un planning con algunas ideas preconcebidas pero abarcaba muchas áreas: sector público, tecnología, consultoría… Olaf me dijo: “Uy, esto está muy bien pero hay muchas cosas en poco tiempo y puede que no sea lo más acertado”. Entonces me preguntó a dónde quería llegar de manera progresiva, en 2 años, dentro de 5 y dentro de 10.
¿Qué debe tener un mentor para que sea posible una buena relación de mentoring con los jóvenes de hoy?
Actitud y tener ganas de encontrar un momento del día en su agenda apretada para compartir con su mentee. También es importante ser más cercano. Al principio es importante quitarle mucho hierro al asunto y saber que son personas de carne y hueso como nosotros, con balances profesionales muy interesantes, que han trabajado y se han esforzado mucho. Los valores que debe tener son los de querer ayudar e intentar darle a la sociedad lo que la sociedad les dio a ellos en su momento.
¿Qué se necesita de ambas partes para tener una buena relación de mentorización?
Por parte del mentee, estar abierto a cambiar lo que uno lleva trabajado en la universidad y tener predisposición a escuchar al mentor, quien tiene mucha más experiencia. El joven tiene que ir de manera tranquila y sosegada, estar preparado para ser flexible y adaptarse a los cambios. A fin de cuentas, son consejos y luego uno puede o no aplicarlos, pero es muy interesante la mirada que puede aportar un mentor.
¿Crees que Olaf te ha podido guiar a través de su experiencia y cubrir tus necesidades o inquietudes?
Sí, Olaf estuvo todo el tiempo preocupado, me ayudó y me puso en contacto con socios directores para ver cómo eran sus consultoras estratégicas, cómo es el día a día. Siempre estuvo muy presente y fue colaborativo conmigo, incluso desde lo personal se ha preocupado y ha estado pendiente de mi.
¿Qué te ha aportado esta experiencia de mentorización?
Siempre es bueno tener un punto de vista en sectores que desconoces por completo. La visión de alguien que trabaja o ha trabajado en ello me ha enseñado cómo funcionan las consultorías e incluso un poco de banca de inversión. He descubierto que hay que ser muy perseverante en ambas. Así es Olaf, un hombre muy exigente. He aprendido que con mucho trabajo puedes llegar a posiciones altas.
¿Cómo definirías a tu mentor? ¿Qué es lo que más destacas de Olaf?
Diría que es un acelerador de personas ya que al final lo que intenta es aconsejar, ayudar a la persona con aquellos problemas que pueda tener en ciertas circunstancias, y darles un empujón con sus consejos.
¿Podrías poner en palabras lo que significa hacer mentoring con los jóvenes de hoy?
Es una relación win to win. El mentee recibe la experiencia y la profesionalidad del mentor, y el mentor aprende del punto de vista de los jóvenes y de cómo nosotros vemos el mercado laboral, cómo nos vemos de cara a las circunstancias y complejidades actuales de la sociedad. Al terminar la universidad nos encontramos al borde del precipicio y tenemos que aprender a gestionar esa incertidumbre. Puede que hace 20-30 años quienes iniciaban ese camino lo hacían en circunstancias diferentes y eso ayuda a los directivos o ejecutivos a saber qué piensan y cuáles son las necesidades actuales de los jóvenes. Es enriquecedora para ambas partes.
¿Recomendarías el Programa Mentores CYD no sólo a futuros graduados universitarios sino también a CEOs o directivos de empresas?
A los jóvenes se los recomendaría porque les aporta un punto de vista que no lo tendrán hasta que no tengan esa edad o desarrollo profesional. Es una gran oportunidad para ellos de saber cómo funcionan las grandes empresas y las redes de contacto. Es una oportunidad que no deberían perder porque enseña cómo es la vida profesional.
En el caso de los mentores, es el momento para decir que las cosas se pueden cambiar ya que tienen la posición de cambiar el mundo. No son los más importantes los mejores del mundo sino los mejores para el mundo. A cada uno de nosotros nos recordarán por nuestras acciones. Lo importante es la participación en la sociedad, dejar una huella, ayudar a quienes lo necesitan. Creo que es algo que enseña y retroalimenta a las dos partes.
