Todos necesitamos o hemos necesitado alguna vez de alguien que nos escuche, aconseje y motive a descubrir las fortalezas personales y oportunidades profesionales así como también las acciones que podemos llevar adelante para enfrentar las debilidades o dificultades del futuro mercado laboral. Tras finalizar el Programa Mentores CYD 2018, conversamos con uno de los mentees para analizar la relación que se crea entre un profesional de máximo nivel y un alumno al que guía para enriquecerlo tanto a nivel humano como profesional.
Los últimos días de septiembre dimos por concluido el Programa Mentores CYD 2018 con un balance más que positivo: 25 mentores con gran dedicación, interés y compromiso, acompañaron y asesoraron durante 6 meses a nuestros 38 mentees, provenientes de diferentes universidades españolas y de diversas ramas de estudio. Para la Fundación CYD, el objetivo en cada uno de los match o enlaces entre mentor y mentee siempre ha sido el de brindar asistencia y estimular el desarrollo de habilidades o conocimientos específicos que permitan mejorar el crecimiento particular y profesional del futuro graduado.
Vigente desde 2014, nuestro Programa Mentores CYD lleva en su registro 127 mentees, 60 mentores y la colaboración de 19 empresas con un enfoque muy claro: contribuir y ampliar los vínculos entre la universidad y la empresa. Para ello, en Fundación CYD procuramos que cada mentor ayude al mentee a afrontar de la mejor manera posible su proceso de transformación; intentando que el joven estudiante no sea simplemente un oyente sino que se estimule de su parte una escucha activa y una actitud proactiva.
Un año más, El balance de esta edición ha sido muy positivo, y hemos querido recoger los testimonios de algunos de los jóvenes que fueron seleccionados como mentees para conocer cómo han sido los encuentros destinados a desarrollar su potencial y las dinámicas de relación basadas en la transferencia de conocimiento y en el aprendizaje a través de la experiencia. Todo ello, dentro de un proceso estructurado que establece una relación cercana y de confianza entre un mentor que con su nivel máximo de expertise en un sector empresarial puede guiar, estimular, desafiar y alentar a un estudiante universitario de último curso según sus necesidades para maximizar el talento.
Programa Mentores CYD 2018: Entrevista con el mentee Oscar Carrascosa
En este primer encuentro, conversamos con Oscar Carrascosa Baños, estudiante del doble grado de Derecho y Administración de Empresas en la Universidad Carlos III. Con tan solo 23 años, tuvo la oportunidad de generar una relación con Olaf Díaz-Pintado, Socio Director General de Goldman Sachs International, y sus respuestas sobre la experiencia de mentoring nos demuestran que su mentor ha actuado como modelo, consejero, fuente de inspiración y estímulo para la superación de sus miedos e incertidumbres.
A continuación, te compartimos las respuestas de Oscar y el audio completo de la entrevista por si quieres escuchar a viva voz su balance sobre el Programa Mentores CYD 2018, sus opiniones sobre su mentor y las situaciones específicas que lo han ayudado a construir lo que él llama “el camino recto” hacia la adquisición de sus metas.
¿Cómo comenzó tu experiencia de mentoreo?
Me reenviaron el correo de la Fundación CYD, estuve viendo de qué se trataba, me pareció muy interesante, una oportunidad que no se te presenta siempre y dije “lo voy a intentar”. Apliqué, me llamaron y me dijeron que me había cogido Olaf, el Director General en España de Golman Sachs. Lo recibí con muchísima ilusión.
¿Qué tal fueron estos meses de experiencia?
Las veces que me he juntado con él han sido bastante buenas. Lo ví muy cercano, muy sincero con las recomendaciones que me había dado. Me ha brindado principios prácticos, no frases abstractas que no pueden tener aplicación. Yo le hacía una pregunta y él me decía lo que pensaba o el camino que tenía que tomar y transitar, cuáles eran los pasos a dar. Muy certero, muy eficaz, muy al punto.
¿Cómo se fijaron los objetivos y alcances esperados?
Yo no fui con una hoja en blanco sino con un programa, con mi plan profesional y sus opciones. Intentaba dentro de la vía recta ir viendo los caminos a los que podía llegar. Eso lo puse en común con él desde el primer día. Creo que lo importante es centrarse en un camino que permita llegar al objetivo y adquirir herramientas de relación con la gente.
¿Qué te ha aportado el Programa de Mentores CYD 2018 en ese tramo final de tu carrera de grado?
Un consejo muy eficaz que me dio es que es importante saber relacionarte. Mi sector (inversiones), es muy pequeño, cerrado y difícil de entrar. Ya no solo es el currículum que tengas sino también la capacidad de hacerte notar y que te puedan conocer. El consejo de Olaf fue que me supiese relacionar y hablar con la gente. Además, que todo lo que estudiase estuviera centrado en conseguir un empleo, que lo enfocase. Y también, que ampliase mucho más el espectro de empresas en las que quería entrar. No todo el mundo, y menos desde un principio, puede entrar en las top y por ello necesitaba ampliar las miras. Yo siempre he tenido bastante planificado todo y él me dio matices de cómo hacerlo mejor.
¿Qué recuerdas de cuando la Fundación CYD te comunicó que habías sido elegido y de tu primera reunión con Olaf?
Me llamaron por teléfono y yo no me lo creía. En la primera reunión antes de entrar, estaba super nervioso pero con mucha ilusión. Pero él es super cercano y me hizo sentir muy cómodo. Le he hecho preguntas personales, de cuál es su visión de algunas cosas y no ha tenido ningún problema.
¿Qué beneficios le puede aportar el Programa Mentores CYD a chicos de la próxima edición?
Recomendaría a todos que intentasen aplicar al Programa ya que es una oportunidad única. No es algo que se presenta de buenas a primeras, y el nivel de personas que te pueden presentar o lo que puedes obtener no es algo que se logre con otro tipo de acciones. Uno debe mostrar ilusión, no ir con una página en blanco de pretender que te solucionen la vida, sino más bien un pequeño hilo de dónde quieres llegar y a través de ello el mentor te puede ayudar a enfocarte más, diciéndote lo que tienes que hacer a corto plazo o cómo ir construyendo el puente.
¿Cómo crees que es el paso de la universidad al mundo laboral y qué puede cubrir un programa como el de Mentores CYD?
Principalmente creo que es poner los pies en el suelo y planificar. Tú no puedes acabar la universidad y decir “¿y ahora qué hago?” sino que antes tienes que tener un pequeño plan. No puedes empezar a andar sin saber cuál será el siguiente paso. El Programa Mentores CYD me ayudó a centrarme, a planificar, a pensar el camino. Conozco amigos que al terminar la universidad no saben qué hacer; en cambio si te lo vas pensando antes, no estarás en un vacío. A fin de cuentas, programas como estos ayudan a centrar, a planificar y a no dar pasos en balde: ver objetivos y construir un puente para alcanzarlos.
En mi caso, llegó cierto momento en el que no estaba consiguiendo los objetivos que quería de momento y me estaba costando más por el número escaso de ofertas que había. Le pregunté a Olaf si me podía dar un camino alternativo en el mundo de la inversión. Le plantee si frente al camino recto que no me daba resultados podía elegir un camino opcional, pero su respuesta fue: “De momento, eso no te lo plantees, sigue tu camino y luego más adelante, si no puedes, nos plantearemos otra cosa”. Eso me ayudó a perseverar en el camino recto, en no irme dando bandazos buscando vías secundarias. Ese consejo me ayudó y me reforzó a seguir firme en mis planes.
¿Consideras que el Programa Mentores CYD 2018 sirve para ampliar tu red de contactos?
Sí, claro. Lo importante es disfrutar del sitio en el que estamos e intentar establecer el máximo de relaciones posibles porque al final, si es un ámbito cerrado por el número de oferta de plazas y conoces a alguien seguro te puede echar una mano. No digo que sea nepotismo sino un acercamiento más cercano y luego uno continúa el camino de la meritocracia. Es un empujón que te puede definir tener (o no) un empleo.
¿Cómo crees que será el mercado laboral y qué actitudes supones que demandará de ti?
Dentro del doble grado de ADE se supone que estamos muy formados, pero al ser dos carreras te lleva mucho más tiempo estar en la universidad. El sector de inversiones es un área super escalable pero no genera muchas ofertas de trabajo. La demanda de fuerza laboral te pide muchas más cosas y al final tienes que diferenciarte un montón. Ante tanta demanda y poca oferta tienes que seguir formándote y estar muy bien preparado intentando ser el mejor.
¿De qué modo percibe un chico de 23 años el actual mercado laboral?
Yo creo que antes en España había muy poca gente que iba a la universidad y por tanto se la consideraba. Ahora sucede lo contrario, todo el mundo que va a la universidad cree que es lo mejor y que va a conseguir trabajo de lo que quiera. Yo creo que esto no es así. También se necesita fuerza en el mercado laboral con formación profesional y estoy seguro que podrá vivir mejor que personas que han estudiado un grado. Además, creo que todos debemos estudiar lo que nos apasiona, independientemente de cómo sea el mercado laboral. Yo no voy a estudiar 4 años una cosa que no me gusta pensando en que tendré trabajo porque las dinámicas del mercado son super cambiantes.
El mentoreo tiene ciertos pilares que son escuchar, preguntar, opinar. ¿Este enfoque te ha ayudado en tu desarrollo profesional y también personal?
Sí, sus consejos fueron aplicables a cómo comportarse dentro de un grupo, cómo relacionarse. Pero además, poner los pies en la tierra y llegar lo más eficazmente posible a donde quiero desde la posición en la que estoy ahora.
