La publicación “La empleabilidad de los jóvenes en España: ¿Cómo es la inserción de los graduados universitarios”, que analiza la situación laboral en 2020 de los titulados de grado en el curso 2015-2016, es una herramienta de gran utilidad para los actuales y futuros estudiantes universitarios y la comunidad educativa, según apunta Juan Pablo Riesgo, secretario de Estado de Empleo de 2015 a 2018, actual socio responsable de EY Insights y mentor en el Programa Mentores CYD. Él y diversos estudiantes universitarios recién graduados, que también participan en el Programa Mentores CYD 2023, valoran los resultados de la última publicación de la Fundación CYD y comparten sus inquietudes y experiencias sobre la elección de sus estudios, la orientación y su salida al mercado laboral.
Decidir qué estudiar: entre la vocación y la proyección profesional
Uno de los aspectos en los que profundiza la publicación de la Fundación CYD es la variación de la oferta y la demanda de estudios universitarios: las preinscripciones para los ámbitos1 de Matemáticas y Estadística, Informática, Enfermería y Medicina crecen a mayor ritmo que la oferta de plazas. Carlos Gallego es uno de los estudiantes que ha optado por uno de estos ámbitos, en su caso se decantó por un el grado de Ciencia de Datos, que cursó en la Universitat Politècnica de València: “Mi interés por la carrera fue lo que más peso tuvo en mi decisión, pero desde luego fue clave que hubiera bastante demanda de profesionales en este sector”. Conocer y monitorizar la demanda del mercado laboral es esencial para un mejor ajuste entre la universidad y el mercado laboral según apunta Juan Pablo Riesgo:
“Es bueno que la oferta se defina de manera equilibrada entre la demanda de perfiles en el mercado laboral y las preferencias de los estudiantes. Hay mayores evidencias de lo segundo que de lo primero, por lo que es de vital importancia reforzar los mecanismos de observación y seguimiento de demanda de perfiles en el mercado de laboral”.
Juan Pablo Riesgo, ex secretario de Estado de Empleo y socio responsable de EY Insights
Los datos de la Fundación CYD sí permiten concluir que un ámbito que presenta buenos indicadores de inserción laboral, como Ingeniería, industria y construcción, ha visto descender un 30% el número de graduados en los últimos 5 años. En el extremo opuesto, ha aumentado en un 23% los graduados en el ámbito de Ciencias sociales, periodismo y documentación; a pesar de no contar con datos tan favorables de empleabilidad. Juan Pablo Riesgo apunta a posibles causas que pueden explicar esta situación: “La era de la digitalización que vivimos hace que las ciencias sociales vinculadas al ámbito de la comunicación sean cada vez más atractivas para los estudiantes. A su vez, la mejora de los niveles de desarrollo social permite a los alumnos decidir sus estudios más en función de sus inquietudes e intereses personales que en función de las oportunidades laborales que les aporte”.
María Carcabosso es una de las mentees del Programa Mentores CYD que ha optado por estudios de este ámbito: su afinidad por escribir y estar al día le hicieron decantarse por Periodismo en la Universitat Internacional de Catalunya (UIC). La inserción laboral fue una de sus inquietudes al iniciar sus estudios:
“Todos conocemos los clichés asociados al Periodismo y, a decir verdad, ese era uno de mis mayores miedos antes de empezar: ¿encontraré trabajo? Y esa inquietud me llevó a querer probar todo lo que pudiera durante la carrera. Firmé diferentes convenios de prácticas con empresas de distintas ramas dentro del sector y traté de nutrirme de la experiencia de los profesionales y docentes que me dieron clase en la universidad”.
María Carcabosso, graduada en Periodismo y mentee del Programa Mentores CYD
Enrique González ha estudiado el grado de Derecho en la Universidad Autónoma de Madrid, en su caso movido por el interés por conocer el funcionamiento de la justicia y ser útil a la sociedad: “La carrera ofrecía una amplia gama de oportunidades laborales; la versatilidad de la formación en Derecho me brindó la confianza de que podría adaptarme a diferentes roles y contribuir a la sociedad a través de mi conocimiento jurídico”. Para Felipe Zaballa, graduado en Ingeniería Informática y Administración de Empresas en la Universitat Politècnica de València, la afinidad por estas disciplinas, que conocía por su entorno familiar, fueron determinantes en su decisión:
“A la hora de decidir qué carrera realizar, hay que atender fundamentalmente a lo que te gusta. Al final, no puedes decidir tu titulación basándote en la proyección profesional que tiene, vas a tener que trabajar en ello a diario y debe ser algo que te llene y te motive, para poder disfrutar, pero también para poder rendir”.
Felipe Zaballa, graduado en Ingeniería Informática y Administración de Empresas y mentee del Programa Mentores CYD
Ángela Carrasco también se decantó por cursar el doble grado de Ingeniería Informática y Administración de Empresas y forma parte de la primera promoción en la Universidad de Granada. Su elección respondió a su interés por el ámbito empresarial y la tecnología, y además sabía que tendría una buena proyección profesional al finalizar sus estudios: “Ambas titulaciones por separado tienen un amplio espectro de oportunidades profesionales en las que podría especializarme, ya que siempre me ha gustado tener la oportunidad de seguir aprendiendo cada día. Al ingresar en el mercado laboral, fui plenamente consciente de la escasez de profesionales que poseen conocimientos tanto en el ámbito técnico como en el funcional”.
Mejorar la orientación para un mayor encaje entre universidad y empresa
Los resultados de la publicación “La empleabilidad de los jóvenes en España: ¿Cómo es la inserción de los graduados universitarios”, sugieren que es recomendable reforzar la orientación que reciben los alumnos sobre la empleabilidad de los estudios universitarios para un mejor encaje en el mercado laboral. En ese sentido, Juan Pablo Riesgo destaca la importancia de incluir una visión actualizada de los empleadores:
“La orientación debe basarse en evidencias empíricas sobre la empleabilidad y condiciones laborales, pero también sobre la visión de las empresas que contratan a los graduados. Debe hacerse con frecuencia para que se puedan ir evaluando los cambios de tendencia”.
Juan Pablo Riesgo, ex secretario de Estado de Empleo y socio responsable de EY Insights
Blas Rivas no tenía muy claro qué estudios universitarios cursar, quería hacer algo relacionado con gestión de organizaciones y se decantó por el doble grado de Derecho y ADE bilingüe en la Universidad Carlos III de Madrid por recomendación de su padre. En su caso, echó de menos una mayor orientación: “Creo que no es suficiente, aunque en los últimos años sé que han salido más cosas que ayudan más directamente a los estudiantes de bachillerato”. Carlos Gallego comparte una opinión similar, cree que son los estudiantes los que, por cuenta propia, se informan antes de iniciar la etapa universitaria:
“En Bachiller hay una orientación mínima que proporciona la escuela, pero gran parte de la información la encuentran los estudiantes por ellos mismos: por interés, investigando qué carreras hay, acudiendo a charlas o leyendo información por Internet”.
Carlos Gallego, graduado en Ciencia de Datos y mentee Programa Mentores CYD 2023
Felipe Zaballa cree que la mayoría de los estudiantes escoge los estudios en función de sus gustos personales o de las asignaturas y profesores que más les han gustado: “No se realiza una orientación demasiado profunda acerca de las diferentes ramas y carreras que se pueden tomar una vez se termina el instituto. Es cierto que por parte de las universidades hay alguna jornada de puertas abiertas, pero creo que sería importante que en el instituto se le diese más importancia a esta elección y facilitasen más información”.
María Carcabosso cree que la orientación depende del entorno de cada estudiante “La orientación previa depende de los recursos que tenga al alcance cada alumno antes de ir a la universidad y no me refiero a los económicos. En mi caso, tanto mis profesores de bachillerato como mi familia, en especial mi madre, fueron guías maravillosos que me orientaron en el camino”.
Las primeras experiencias en el mercado laboral
¿Y qué sucede cuándo los graduados obtienen su título y tienen que abrirse camino en el mundo laboral? Si algo destacan los mentees consultados es la importancia de estar activos en la búsqueda de empleo y aprovechar al máximo las oportunidades que se les brinda. Para Blas Rivas: “Es muy importante ir haciendo contactos desde las prácticas”. Las becas pueden suponer una oportunidad no sólo de aprendizaje sino también de optar al primer empleo, es el caso de María Carcabosso, que ha continuado su relación laboral con la agencia de noticias en la que empezó como becaria.
Enrique González define su experiencia en la salida al mercado laboral como gratificante, pero también desafiante: “Encontrar un empleo vinculado a mis estudios en Derecho ha requerido tiempo y esfuerzo, pero mi formación sólida recibida en la universidad me ha brindado una excelente base para competir en el mercado laboral”. Para Ángela Carrasco, lo que ha sido más complicado es decidirse por las muchas ofertas de empleo que recibió y subraya la importancia de reforzar otras competencias:
“Podría decir que me resultó más complicado decidir en qué empresa empezar a trabajar. Me gustaría destacar con respecto a la búsqueda de empleo que los estudios realizados tienen un gran peso, pero que también es necesario perfeccionar las soft skills antes de comenzar a contactar con empresas”.
Ángela Carrasco, graduada en Ingeniería Informática y Administración de Empresas por la Universidad de Granda y mentee del Programa Mentores CYD
Carlos Gallego destaca que, a pesar de tener unos estudios con alta demanda por parte de las empresas, es necesario hacerse visible en foros y redes sociales de empleo: “Creo que lo más difícil es empezar, pensar en cómo diferenciarse del resto” y aconseja proyectos que aporten valor añadido, como el Programa Mentores CYD, que le ha ayudado a prepararse entrevistas y a tener una orientación profesional más clara para su futuro laboral.