La variación climática se debe, en gran medida, a la actividad humana y es necesario que todas las personas nos responsabilicemos de las acciones para modificar los hábitos de vida y de consumo. En este sentido, la educación juega un rol esencial en la respuesta colectiva ante el cambio, ayuda a entender y abordar sus consecuencias, alienta a modificar actitudes o conductas y, además, prepara a los futuros profesionales para enfrentar y transformar la realidad ante el inminente impacto de este problema ambiental. Con motivo del Día Mundial del Clima, analizamos el compromiso de las universidades frente al cambio climático, la puntuación que obtienen las instituciones españolas en el Impact Rankings y, en concreto, en los Objetivos del Desarrollo Sostenible más alineados a la cuestión climática.
Declarado en la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático desde 1992, el Día Mundial del Clima (26 de marzo) pretende generar conciencia y sensibilizar a las personas sobre la importancia e influencia del clima, así como el impacto del cambio climático sobre el hombre. Desde 2009, 350 organizaciones a nivel internacional conmemoran esta fecha, la cual nos recuerda cómo actuar contra un fenómeno que nos afecta desde la década de los 50, cuando los efectos del calentamiento global empezaron a ser más evidentes.
En paralelo, pero también como complemento, desde 2007 se impulsa el mismo 26 de marzo la Hora del Planeta (iniciativa que nació en Sydney y fue concebida por World Wide Fund for Nature) como gesto simbólico para llamar la atención sobre la problemática del calentamiento global, el consumo de la energía y la pérdida de biodiversidad. Una iniciativa que, tras su decimosexta edición, ha conseguido que miles de ciudades de casi 200 países apaguen durante una hora las luces de más de 17.000 edificios y monumentos emblemáticos.
En esta senda de concientización, la educación superior cumple un rol primordial y la universidad constituye un espacio idóneo para materializarlo, dada la misión que tiene en la formación y educación de los futuros profesionales, los cuales deberán enfrentar, desde una posición transformadora y protagónica, los desafíos que impone dicho cambio en diferentes contextos (social, económico, cultural y político). Incluso más: este proceso no es privativo de un área en particular; por el contrario, atañe a todas las ámbitos, de modo que se logre la contribución necesaria de los profesionales en la adaptación y mitigación de los efectos del cambio climático.
Para que la educación pueda desplegar su capacidad transformadora es necesario introducir modificaciones en el modelo actual. En este sentido, el Pacto Verde Europeo ha dado un importante paso al anunciar un nuevo marco de competencias universitarias sobre cambio climático y desarrollo sostenible. En España, la Ley de Cambio Climático y Transición Energética (21 de mayo de 2021) en la cual deben involucrarse de manera global y multilateral tanto las administraciones públicas, las instituciones privadas y la sociedad civil en general, avanza en la misma línea. En concreto, establece que las universidades revisen el tratamiento del cambio climático en los planes de estudios conducentes a títulos oficiales. Además, la ley no olvida que se debe garantizar la formación del profesorado así como impulsar decididamente la investigación sobre esta materia.
El compromiso de las universidades frente al cambio climático
En este marco de fechas conmemorativas, recogemos las universidades españolas que obtienen mejores puntuaciones en el Impact Rankings (elaborado por el Times Higher Education) para analizar la implicación y el compromiso de las instituciones de educación superior con la sostenibilidad y con los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). Del total de 38 universidades españolas participantes, analizamos las que destacan en los 4 objetivos relacionados con el clima: ODS 7 (energía asequible y no contaminante), ODS 11 (ciudades y comunidades sostenibles), ODS 12 (producción y consumo responsables) y, por supuesto, ODS 13 (acción por el clima).
Para la Universidad Pontificia Comillas (destacada en el ODS 7), la sostenibilidad y la ecología integral son pilares de su plan estratégico y de lo que hacen cada día en materia de formación, investigación y transferencia. Por ello, han implantado medidas para revertir el impacto en el cambio climático y han invertido para que sus edificios sean cada vez más eficientes energéticamente, lo que incluye también producir electricidad con energías renovables.
Universidad Pontificia Comillas“Nuestra misión se resume en que queremos contribuir de forma efectiva a conseguir un mundo más humano, justo y sostenible. Por ello, hace años que decidimos incorporar en los programas de Comillas formación sobre medio ambiente, desarrollo sostenible, ecología integral y cambio climático, ya que queremos formar ciudadanos y profesionales conscientes y competentes, capaces de contribuir a nuestra misión de hacer del mundo un lugar mejor en el que vivir”.
La Universidad de Jaén (ODS 7 y ODS 12) ha incorporado la Agenda 2030 en lo más alto de su estrategia, estableciendo como dos de sus objetivos el reforzar el compromiso social de la universidad e implantar los ODS en todos los niveles de actividad de la universidad. El propósito que persiguen es que, en 2023, entre el 20 y el 25% de la energía consumida sea de fuentes renovables y de producción propia, a través de la instalación de placas solares en todos los tejados de los parkings de la universidad; un proyecto que ya ha sido ejecutado. Asimismo, destacan el plan de arbolado como forma de gestión integral de las zonas verdes y las actuaciones de concienciación a la comunidad universitaria y de visibilización y potenciación de la investigación en estos ámbitos.
La UJA cuenta con el plan de sostenibilidad ambiental y el plan de movilidad sostenible, los cuales se estructuran en torno a la sensibilización, formación, promoción de la investigación y establecimiento de alianzas con instituciones y organizaciones del entorno que generen sinergias y faciliten la consecución de los objetivos. Actuaciones como el uso de la energía solar para atenuar la dependencia de fuentes energéticas no renovables, la promoción a través de distintas plataformas y programas del uso del coche compartido y de la bicicleta como modos de desplazamiento preferente a la universidad, o las sinergias con el Ayuntamiento de Jaén, de Linares y con el consorcio de transportes de la provincia para facilitar el uso del transporte público son algunos ejemplos de las diversas actuaciones que realiza la universidad en este ámbito, destacando la visión de la sostenibilidad en el impulso y la transformación del territorio.
Universidad de Jaén“En la Universidad de Jaén tenemos un empeño particular por atenuar y reducir la huella de carbono que generamos por la propia actividad. En cuanto a la capacidad investigadora, puede y debe dirigirse a potenciar el uso y aprovechamiento de las energías renovables. De manera relevante, tenemos como misión fundamental la formación y con ella la responsabilidad de concienciación de todo el estudiantado en trabajar para cumplir con los Objetivos de Desarrollo Sostenible, no solo por el impacto directo sobre los estudiantes que formamos, sino también porque ese estudiantado será en poco tiempo quien lidere la sociedad y permee la formación que reciba en todos sus ámbitos”.
Desde la Universidade de Vigo (destacada en el ODS 7) detallan que su plan estratégico está vinculado con la energía, el cambio climático y el consumo responsable, lo que distingue a la institución como una universidad con sensibilidad hacia la sostenibilidad, la eficiencia y la reducción del impacto que su actividad pueda tener sobre el medio ambiente. Tal es así, que desde hace años cuenta con una Oficina del Medio Ambiente (OMA) encargada de temas de naturaleza, educación ambiental o recogida de residuos. Incluso, ya en 2008 la universidad aprobó el Plan SUMA como plan integral de sostenibilidad siendo de las primeras instituciones de educación superior en abordar de forma completa su sostenibilidad. Además, y recientemente, la universidad ha renovado su compromiso mediante el Plan SUVI (enfocado en mejorar la eficiencia energética de sus instalaciones).
Universidade de Vigo“Las universidades como instituciones de formación superior tenemos una doble responsabilidad. Por un lado, las instituciones públicas tenemos el deber hacia nuestros ciudadanos de hacer un uso responsable y eficiente de los recursos que la sociedad nos dedica. Por otro, formamos a los profesionales del futuro, a quienes debemos transmitir un espíritu crítico, innovador, así como todos los valores relacionados con el desarrollo sostenible. Por tanto, debemos ser especialmente ejemplares en la defensa de esos valores. El clima y el respeto por el medio ambiente son sin duda los principales valores”.
Desde la Universidad de Málaga reconocen la incorporación de la sostenibilización curricular (inclusión de criterios de sostenibilidad en la enseñanza a través de los planes de estudio) y la generación de programas que permiten la participación de la comunidad universitaria y de la sociedad en general en actividades de formación, voluntariado y sensibilización ambiental. También, apuestan por la participación activa a través del Plan Smart-Campus, mediante el cual desarrollan proyectos con la implantación de prototipos en el campus para la mejora de aspectos ambientales como la energía, los residuos o la biodiversidad como actuaciones que reciben el reconocimiento de trabajos de fin de estudios con temática de sostenibilidad ambiental.
Universidad de Málaga“Debido a la labor que desarrollamos en educación, investigación y transferencia de conocimiento, en la Universidad de Málaga estamos llamados a ocupar un papel fundamental en la consecución de los objetivos y de la lucha contra el cambio climático. La educación, la innovación y el liderazgo son esenciales para ayudar a la sociedad a afrontar estos desafíos y a la propia universidad a crear y generar un entorno eficiente ante la emergencia climática a la que nos enfrentamos, además de trasladar el impacto que la universidad tiene a diferentes niveles siendo ejemplo de compromiso y acción”.
Desde el punto de vista energético, la Universitat Autònoma de Barcelona (ODS 11, ODS 12 y ODS 13) lleva a cabo actuaciones de ahorro y eficiencia en los distintos centros para reducir el consumo. Desde principios de 2018, compra electricidad 100% verde procedente de fuentes de energía renovable y, poco a poco, va incrementando las instalaciones de dichas energías en sus campus (en particular, en estos momentos se está construyendo una instalación fotovoltaica de autoconsumo). En los últimos dos años sus actuaciones se han centrado, principalmente, en el ámbito de la electricidad, dando continuidad a la instalación de iluminación con tecnología LED (en bares, zonas comunes y aularios principalmente). En cuanto al gas, han optimizado las instalaciones de calefacción con válvulas con control de temperatura y han sectorizado la climatización de los espacios. También, han continuado la instalación en algunos aularios de ventiladores de pala ancha que giran a muy baja velocidad y mejoran las condiciones de confort ambientales.
La UAB destaca por tener una larga tradición en formación en temas de acción climática. Ha sido pionera en España en ofrecer un grado en gestión ambiental con un marcado perfil pluridisciplinar el cual permite que los temas de agenda colectiva se hayan ido expandiendo, a nivel curricular, a la mayoría de las disciplinas participantes. De aquí derivan diferentes másteres, postgrados y el Campus de Ciències Ambientals i de la Terra d’Alinyà, un espacio natural protegido destinado a la formación, investigación y a la realización de trabajos de campo. A nivel extracurricular, realizan jornadas y cursos de sensibilización en temas de sostenibilidad y cambio climático abiertas a la participación de toda la comunidad universitaria y a los municipios alrededor de la universidad. Programas como el voluntariado ambiental, el proyecto “Bojos per la ciència” o las distintas asociaciones de estudiantes vinculadas con proyectos de sostenibilidad y acción climática, facilitan la sensibilización y la formación entre la comunidad universitaria.
En investigación sobre cambio climático, la Universitat Autònoma de Barcelona cuenta con una gran variedad de grupos de investigación e institutos multidisciplinarios propios como el Institut de Ciència i Tecnologia Ambientals (ICTA) o vinculados, como el Centre de Recerca Ecològica i Aplicacions Forestals, ambos con el reconocimiento de excelencia Severo Ochoa, que coordinan e impulsan la investigación sobre los efectos de la acción del hombre en el clima. La UAB también ha creado diferentes comunidades orientadas a retos estratégicos de la sociedad actual (CORE), destacando en el aspecto de investigación ambiental el CORE Ciudades inteligentes y Sostenibles, formado por departamentos de la UAB, institutos y grupos de investigación y empresas.
Universitat Autònoma de Barcelona“Las universidades, como generadoras y transmisoras de conocimiento, debemos ser actores activos en la transición energética que nos conduzca a la neutralidad climática asumiendo un papel ejemplarizante. Los resultados de las investigaciones relacionadas con el cambio climático impactan en el sistema productivo y empresarial permitiendo implementar modos de consumo más saludables y sostenibles, facilitando la innovación y el desarrollo de tecnología más eficiente, limpia y verde. Las universidades, por tanto, debemos adoptar un rol central y ejemplar en la promoción del desarrollo sostenible a través de la docencia, la investigación, el buen gobierno y el liderazgo social”.
El compromiso ambiental de la Universitat Politècnica de València (ODS 12) se materializó en mayo de 2009 con el registro en el Reglamento Europeo EMAS (la más exigente de las normas en sistemas de gestión ambiental), convirtiéndose en la primera universidad española con un sistema verificado según EMAS. También, y a través del vicerrectorado de desarrollo sostenible, tienen como meta planificar y poner en marcha el proyecto de transición ecológica de diversos campus hasta alcanzar la neutralidad en emisiones de carbono a medio plazo, difundir la cultura de sensibilización medioambiental y adecuar las actuaciones del espacio universitario a criterios de sostenibilidad.
En lo que respecta a la dimensión formativa, la Universitat Politècnica de València ha incorporado estos temas tanto en su oferta de grado como en la formación de postgrado, destacando el peso de la aplicación de las competencias transversales, especialmente la de responsabilidad ética, profesional y medio ambiental. Además, la UPV brinda formación en medio ambiente y/o mitigación de los efectos del cambio climático de manera específica en sus grados, másteres y programas de doctorado; por ejemplo, en el máster en tecnología energética para el desarrollo sostenible, en el máster en seguridad industrial y medio ambiente, en el máster en ingeniería hidráulica y medio ambiente y en el doble máster en ingeniería agronómica + economía agroalimentaria y del medio ambiente.
Universitat Politècnica de Valencia“Dentro del sistema de gestión ambiental, tenemos definidas ciertas medidas específicas anuales relacionadas con la producción y consumo responsables, comunidades sostenibles, energía asequible y no contaminante y acciones a favor del clima. Además, en la UPV medimos y registramos cada año la huella de carbono. Y, más allá de acciones específicas en cuanto a la compra y contratación pública verde, la movilidad sostenible, la eficiencia energética y demás aspectos ambientales, realizamos campañas anuales de concienciación y sensibilización ambiental, como la campaña `Semana de movilidad sostenible´ y la campaña `Semana del medio ambiente´ bajo el lema UPV que te quiero verde”.
La Universidad Miguel Hernández de Elche (ODS 13) enfoca su política universitaria sobre la producción y el consumo responsable, siendo el desarrollo sostenible el eje transversal de dicha política y punto central del nuevo plan estratégico. Entre sus acciones e iniciativas, dispone del plan de eficiencia energética y descarbonización de la UMH 2030, el cálculo y registro de la huella de carbono y la absorción del dióxido de carbono, el cambio progresivo de los equipos de climatización (adaptándolos a las nuevas normativas que obligan a usar equipos con menos gases de efecto invernadero), el plan de ahorro energético con medidas como el control telemático de los consumos eléctricos de todas las instalaciones, actividades de reforestación y de sensibilización ecológica. También, destaca su iniciativa de movilidad sostenible a través de una aplicación móvil para coches compartidos y el fomento de los desplazamientos en bicicletas.
En lo que respecta a la dimensión formativa, la Universidad Miguel Hernández de Elche imparte cursos formativos sobre los Objetivos de Desarrollo Sostenible y la Agenda 2030 para toda la comunidad universitaria (estudiantes, PAS y PDI). Además cuenta con grados y másteres de carácter ambiental como, por ejemplo, el grado en ciencias ambientales o el grado en ingeniería agroalimentaria y agroambiental, el máster de agroecología desarrollo rural y agroturismo, el máster en automatización y telecontrol para la gestión de recursos hídricos y energéticos, el máster en energía solar y renovable y el máster en gestión, tratamiento y valorización de residuos orgánicos, entre otros.
Universidad Miguel Hernández de Elche“La respuesta a los retos globales se encuentra en las universidades, ya sea a través de la educación de su estudiantado o de la producción de conocimiento. La investigación y la innovación son claves para afrontar el cambio climático. En la UMH estamos reduciendo la huella de carbono y trabajando para minimizar el uso de combustibles fósiles; todo ello a partir de iniciativas como la instalación de placas fotovoltaicas o el reemplazo de los vehículos diesel y de gasolina destinados a la movilidad dentro del campus por una flota de vehículos eléctricos más respetuosa con el entorno”.
Por último, la Universidad de Almería (ODS 13) está ejecutando de forma regular planes anuales de sostenibilidad ambiental desde 2017, llevando a cabo acciones como la construcción de un carril bici interno en el campus universitario, jornadas de biodiversidad urbana, cambio de luminaria a LED en algunos edificios, implantación de un sistema para detectar la fuga de agua en los aularios, manuales de buenas prácticas de uso de la energía, del agua y del reciclaje de residuos, cursos de formación para el PDI relacionados con la sostenibilidad, contenedores de residuos de envases y de papel, entre otros; medidas que pretenden contribuir a los Objetivos de Desarrollo Sostenible dentro del eje estratégico “Impacto en el Entorno”, lo cual implica adaptar el plan de sostenibilidad de la UAL a los ODS de forma que se incentive la concienciación y sensibilidad de la comunidad universitaria.
Además, la Universidad de Almería incorpora formación en competencias transversales de Sostenibilidad-ODS en las titulaciones de grados y másteres. Dichas competencias están dirigidas, sobre todo, a la adquisición de buenas prácticas en el desempeño laboral y profesional futuro para que los egresados, a la hora de ejercer su actividad, respeten a las personas en situación de necesidad (igualdad, discapacidad, prevención de la salud) y al medio ambiente. Con esta mejora de la docencia, la UAL garantiza que sus estudiantes y futuros profesionales adquieran un pensamiento crítico, incorporando los principios y valores del desarrollo sostenible, inclusivo e igualitario.
Universidad de Almería“La existencia de un eje estratégico de impacto en el entorno y la configuración de objetivos específicos de sostenibilidad tienen como fin situar a la Universidad de Almería como un referente en el ámbito y dar ejemplo a la sociedad. El objetivo principal es que, a través del desarrollo de su actividad profesional, los egresados contribuyan a poner fin a la pobreza, a proteger el planeta y a mejorar la vida de las personas en todo el mundo”.
* Melina Díaz, responsable de comunicación Fundación CYD.