El 26 de septiembre de 2017, Carmen Vela, Secretaria de Estado de Investigación, Desarrollo e Innovación del Gobierno de España, expuso su opinión en el Desayuno CYD respecto a la colaboración público-privada como factor para impulsar la ciencia y la innovación española. La sesión fue presidida por Manuel Cermerón, Director General de Aqua Development Network y Patrono de la Fundación CYD.
Organizado con la colaboración de ESADE Madrid, el Desayuno CYD se centró no solo en las fortalezas que posee el sistema español de Ciencia, Tecnología e Innovación (entre los que destacan el incuestionable talento de sus investigadores, los centros competitivos a nivel mundial y la capacidad de sus empresas o infraestructuras científicas de primer orden internacional), sino también en el amplio margen de mejora que puede tener la la colaboración entre universidades, organismos, centros de investigación y empresas.
Esta colaboración entre los diversos actores del sistema es fundamental para impulsar la I+D+i española. Al respecto, Carmen Vela señaló que España aún tiene mucho camino por recorrer para alcanzar un nivel de gasto de Investigación, Desarrollo e Innovación respecto al Producto Interior Bruto acorde al que necesita el país.
En concreto, la ponente del desayuno de trabajo expresó que hay un largo trayecto pendiente respecto a la dedicación del PIB que sea razonable al país que tenemos en cuanto a I+D+i. Si para el 2017 dicho gasto se sitúa en el 1,22% y para el 2020 el objetivo marcado a nivel europeo es del 3%, se hace notoria la diferencia.
Sin embargo, para Carmen Vela hay que tener cuidado con los objetivos ambiciosos para no generar solamente frustración: si ese 3% ya se había marcado como objetivo a alcanzar en 2010 y posteriormente se trasladó a 2020, no solo el sector público debe asumir parte de esta tarea para compensar la diferencia sino también los diversos sectores y agentes sociales deben ser corresponsables para alcanzar los niveles deseados.
Finalmente, Carmen Vela hizo hincapié en la importancia no solo de volcar medios financieros sino también de impulsar un compromiso estructural, de regulación y de normativa, centrado principalmente en una mayor colaboración público-privada. La clave está en la puesta en marcha de proyectos conjuntos que generen oportunidades de demanda de calidad para crear riqueza en la economía y así todos los actores puedan sacar provecho de esta eficiencia colectiva.
