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La contribución de las universidades al desarrollo económico y social

La contribución de las universidades al desarrollo

Las universidades son un agente educativo, social y económico de primer orden en la sociedad del conocimiento. Son, probablemente, las instituciones que mayor impacto y más valor añadido aportan a su territorio, ya sea por vía de la formación y el capital humano, la investigación científica, el desarrollo social y cultural o la innovación y el progreso económico. La contribución de las universidades al desarrollo económico y social se encuadra normalmente en la que se conoce como su tercera misión. Más allá de las funciones clásicas de formación (primera misión) y de investigación científica (segunda misión), las instituciones universitarias también pueden realizar contribuciones significativas para la mejora de su entorno (geográfico, económico, social) y por lo tanto implicarse directamente en actividades y proyectos de mejora y de transformación a escala local/regional.

Josep M Vilalta. Secretario ejecutivo, Asociación Catalana de Universidades Públicas (ACUP).
Director, Global University Network for Innovation (GUNi).

Las universidades, en este sentido, son percibidas como agentes sociales y económicos de primer orden. Es justamente de acuerdo con este paradigma que han surgido en los últimos decenios diversas denominaciones y teorizaciones sobre la universidad comprometida con la sociedad y la economía o la universidad como agente económico y social.

Probablemente la denominación que más difusión ha tenido es la de universidad emprendedora (entrepreneurial university) así como ciencia emprendedora (entrepreneurial science), con autores como Matkin, Etzkowitz, Gibb y Clark, éste último autor del famoso libro de 1998 «Creating Entrepreneurial Universities: Organizational Pathways of Transformation». Otras denominaciones han sido las de universidades cívicas (Goddard) o universidades competitivas globalmente y comprometidas localmente (OCDE). Finalmente, en los últimos decenios también se ha teorizado intensamente sobre la capacidad innovadora de las universidades y la necesaria interrelación de los diferentes agentes de un país o región para favorecer la competitividad. La acepción más extendida ha sido la de la triple hélice (posteriormente cuádruple hélice) que muestra las interrelaciones virtuosas entre el sector académico, el sector empresarial y las instituciones públicas para favorecer contextos y territorios innovadores.

En este sentido, la Asociación Catalana de Universidades Públicas (ACUP), que agrupa a las universidades de Barcelona (UB), Autònoma de Barcelona (UAB), Politècnica de Catalunya (UPC), Pompeu Fabra (UPF), Girona (UdG), Lleida (UdL), Rovira i Virgili (URV) y Oberta de Catalunya (UOC), tiene como uno de sus programas prioritarios el de fomentar las interrelaciones entre universidades, empresas e instituciones públicas para el desarrollo económico y social en Cataluña y, en este contexto, llevar a cabo estudios y proyectos singulares en el campo de la universidad emprendedora como agente económico, social, cultural y tecnológico de primer orden.

Asimismo, la Global University Network for Innovation (GUNi), red mundial de instituciones universitarias que promueven la UNESCO, la Universidad de las Naciones Unidas y la ACUP (que ostenta la presidencia y el secretariado permanente) tiene también como línea prioritaria de actuación la de la contribución de las universidades al desarrollo social, cultural y económico, tanto a escala global como local. La GUNi cuenta a día de hoy en la red con más de 210 instituciones universitarias de 76 países de todos los continentes y, con el paso de los años, se ha consolidado como una red de referencia mundial en el estudio de las políticas universitarias y la gestión de la educación superior.

Desde la ACUP se han llevado a cabo en años recientes diversos estudios e informes acerca de los impactos del conjunto del sistema universitario público de Cataluña. En este sentido, se han publicado informes de indicadores de investigación e innovación, de indicadores de formación y docencia y, más recientemente, sobre los impactos socioeconómicos de las universidades y la investigación pública en Cataluña. Los informes publicados tienen un doble rol: analizar los impactos de las universidades en la sociedad y la economía y, al mismo tiempo, son un ejercicio periódico de rendición de cuentas y de transparencia de las universidades públicas a la sociedad.

Asimismo, la ACUP desarrolla un programa para acercar las universidades a la sociedad, en la línea del compromiso social de las universidades y la investigación responsable. En esta línea, desde la ACUP se ha promovido en los últimos seis años la denominada Plataforma Conocimiento, Territorio e Innovación (Plataforma CTI) con 22 organizaciones participantes como un espacio permanente de trabajo entre las universidades y el tejido económico, empresarial y social del territorio para avanzar hacia una sociedad de progreso y una economía innovadora.

La GUNi, como se ha dicho, también trabaja en el área del desarrollo económico, social y cultural y el papel de las instituciones de educación superior. De hecho, el Informe Mundial GUNi (Higher Education in the World), publicado bienalmente, se ha focalizado en los últimos años en esta temática.

En este contexto, el reciente informe El papel de las universidades en la competitividad económica de California, publicado por la ACUP en 2018, es un ejemplo más de los estudios dirigidos a la reflexión y la mejora del sistema universitario y del análisis sobre la contribución de las universidades al desarrollo económico y social. California, como es sabido, se ha dotado en los últimos decenios de un sistema universitario y de investigación de referencia internacional. De hecho, California y Cataluña han desarrollado proyectos e iniciativas de cooperación mutua en el ámbito de la educación superior y la investigación científica.

Algunos apuntes sobre el sistema universitario de California

Las evidencias nos indican que los países son ricos y prósperos porque invierten en educación e investigación, no a la inversa. Este aforismo queda evidenciado en California, donde las universidades, la investigación científica y la innovación se sitúan en el corazón de la razón de ser del Estado americano. California dispone de un sistema universitario y de investigación científica de referencia internacional. El sistema universitario público está bien planificado y estratificado desde la aprobación del Master Plan for Higher Education 1960. Las tres universidades públicas tienen misiones distintas y a la vez complementarias: la University of California (UC), la universidad de investigación con competencia para impartir cursos de doctorado en sus diversos campus; la California State University (CSU), centrada en la formación de grado y máster; y los California Community Colleges (CCC), ofreciendo formación académica y profesional con programas de dos años. En esta estructura hay que añadir las universidades privadas, algunas de ellas de referencia mundial (Stanford, CalTech). En este contexto, es interesante señalar que la regulación legislativa del sistema es ligera y se centra básicamente en la rendición de cuentas a posteriori.

Un aspecto crucial en el sistema californiano (y en general en todos los Estados Unidos) es el de la importancia clave de la selección del profesorado y el modelo de tenure track. Asegurar un buen sistema de reclutamiento y selección del profesorado constituye el pilar básico de todo el sistema académico, lo que permite consolidar instituciones de excelencia. También cabe destacar que la función de transferencia de conocimiento a la sociedad y al mundo empresarial es percibida como una actividad nuclear de las instituciones universitarias. En esta línea, hay que poner de relieve el rico ecosistema de instituciones y de mecanismos que alimentan la innovación.

La contribución de las universidades al desarrollo: propuestas en base al modelo de California y a la realidad en Cataluña

Del informe publicado por la ACUP, dirigido por los profesores de la UC-Berkeley John Aubrey Douglass y Judson King, se desprende que el modelo universitario de California está claramente orientado a la contribución de las universidades al desarrollo económico y social de la región. A continuación se presentan brevemente los puntos que se han identificado como más relevantes para facilitar la estructuración de un sistema universitario y de innovación dinámico y comprometido con el territorio.

1› Autonomía universitaria y capacidad de gestión

La Universidad de California goza de una importante autonomía institucional que le permite gestionar fuentes financieras, articular y elaborar sus programas académicos, los estándares de admisión y las políticas de profesorado. Los altos niveles de autonomía institucional, junto con el rol del Board of Regents, dan como resultado una estructura de gobernanza equilibrada que permite a la universidad rendir cuentas a la vez que la libera de interferencias políticas o demandas contradictorias. Al mismo tiempo, les permite tomar decisiones estratégicas de manera deliberada y promocionando el deseo de mejora interna.

Por otro lado, las universidades públicas catalanas son entidades independientes. Un punto de mejora en cuanto a la autonomía universitaria y la capacidad de gestión para las universidades públicas catalanas podría ser explorar cómo mejorar la coordinación de políticas y actividades universitarias en diferentes áreas, incluyendo la económica, el servicio público o los programas académicos.

2› Cultura académica interna

El alto nivel de autonomía y la gran capacidad de gestión proporcionan el entorno ideal para que la Universidad de California desarrolle una cultura académica basada en el rendimiento. Además, las universidades necesitan políticas que aporten tiempo y recursos para poder involucrarse en proyectos colectivos con empresas, gobiernos locales y regionales, agencias públicas y entidades sin ánimo de lucro. Otro aspecto a destacar es, sin duda, la capacidad de captación y retención de talento que las mantenga a la vanguardia de la investigación para que eventualmente puedan influir o generar como resultado una innovación tecnológica relevante para el tejido empresarial y/o social de la región.

3› Fuentes sólidas de I+D, competitivas y externas

La Universidad de California (UC), y específicamente su cuerpo docente e investigador, ha operado con éxito durante un largo periodo de tiempo en un entorno altamente competitivo para asegurar fuentes de financiación para la investigación científica. La mayoría de estos fondos provienen del gobierno federal, que entiende y acepta su rol en la promoción de la investigación básica y aplicada y su papel fundamental en la configuración de la innovación y el crecimiento económico. También es importante valorar los ingresos de investigación, de fuentes públicas y privadas, como parte de un modelo de financiación general para las universidades de investigación.

4› Universidades y transferencia tecnológica

Las universidades deben desarrollar políticas y mecanismos para incentivar la interacción y la colaboración con las empresas y las agencias públicas y para potenciar la transferencia de conocimiento derivado de la investigación al conjunto de la sociedad. Por ejemplo estableciendo unas “reglas de compromiso” entre las empresas y las universidades para poder dar salida a los conflictos de intereses y otras cuestiones que se puedan derivar del uso comercial de los resultados de las investigaciones. A medida que la transferencia de tecnología sigue creciendo con la experiencia adquirida a través de los años, la UC ha avanzado hacia una comercialización más activa de la tecnología y una descentralización que ha facilitado las operaciones de transferencia de tecnología a los investigadores de los diversos campus.

5› Un entorno político y empresarial que apoye el rol de la universidad

Un elemento esencial del sistema de innovación de California lo conforma el interés y el apoyo de los actores sociales, políticos y económicos en los múltiples roles que las universidades juegan en el crecimiento económico. Existe cierta complejidad en la promoción de un entorno en el cual las universidades interactúen y generen sinergias con los distintos actores de las economías locales, regionales y nacionales. El sector privado forma también parte del entorno político e incluye una amplia gama de variables: una sociedad que apoya la asunción de riesgos, la percepción del interés y la flexibilidad de una universidad para interactuar con el sector privado, las políticas fiscales y de uso del suelo que fomentan la inversión del sector privado en la investigación universitaria, así como la disponibilidad de capital riesgo.

6› Responsabilidad universitaria y rendición de cuentas

Desarrollar y mantener lo que los autores denominan Áreas Económicas Basadas en el Conocimiento (Knowledge Based Economic Areas, KBEA en sus siglas en inglés) y una relación positiva y estratégica con las comunidades locales y el sector privado requiere tiempo y esfuerzo. La Universidad de California tiene una larga trayectoria ayudando a moldear de forma significativa la economía de California. Las universidades deben investigar de forma activa y dar cuentas sobre su impacto económico y social, sobre sus colaboraciones e influencia en sectores empresariales específicos, y buscar vías alternativas para dar a conocer el papel que desarrollan en la sociedad.

Los puntos presentados en las líneas anteriores podrían ser aplicados en el contexto catalán, si no en su totalidad en su esencia, para caminar hacia unas universidades más responsables y comprometidas con el desarrollo económico, social, cultural y tecnológico del territorio. Sin embargo, cabe señalar algunas diferencias de contexto, como son el tamaño de la población y su nivel de logro educativo; la combinación de empresas existentes, incluido el equilibrio entre pequeñas empresas y grandes multinacionales; la autonomía y la financiación o inversión en educación superior, y el contexto legal de Cataluña en España. Las universidades necesitan estabilidad política, niveles suficientes de autonomía y una comprensión de su actual y potencial rol en la sociedad para ser más productivas e innovadoras y para permitirles atraer y retener talento.

En este sentido, el reciente estudio publicado por ACUP, Impactos socioeconómicos de las universidades públicas y el sistema público de investigación de Cataluña muestra la importancia de las universidades y el conjunto de la I+D+i públicas en la economía catalana. Las magnitudes son relevantes y queda claro que el retorno es superior a la inversión realizada.

Además del impacto global, hay que poner el acento en que el impacto se distribuye entre todas las ramas de la economía y por lo tanto los beneficios van más allá del sector de la educación superior y la I+D+i. Además, genera una cierta redistribución territorial del impacto. El Informe destaca el efecto multiplicador de la actividad económica del sistema público catalán de conocimiento. De este modo, las universidades públicas catalanas contribuyen a la economía catalana con el 1,4% del PIB y generan cerca de 45.000 puestos de trabajo a tiempo completo.

Se ha estimado el efecto que la actividad del conjunto de universidades públicas catalanas, y también de otras entidades asociadas al sistema público de I+D+i, produce sobre variables clave de la economía catalana como son el nivel de facturación y producción, su producto interior bruto (PIB), las rentas salariales y fiscales asociadas, así como los puestos de trabajo a tiempo completo que existen debido a dicha actividad. El Informe presenta, asimismo, un análisis cualitativo de cinco dimensiones clave de la universidad pública catalana de importancia estratégica: el mercado de trabajo, la innovación y transferencia, la internacionalización, el emprendimiento y la responsabilidad social.

En cualquier caso, cabe recordar que el impacto de la formación universitaria y la investigación va más allá de la cuantificación monetaria y afecta a muchas esferas de la economía y la sociedad, sobre todo en lo que se refiere a la creación de un capital humano cualificado y a la educación de ciudadanos con pensamiento crítico y responsables socialmente.

Este artículo fue publicado en el Informe CYD 2017. Capítulo 1, páginas 74-76. Puedes descargar el artículo completo en este enlace.

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