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Barómetro CYD 2017: El eje en la transferencia de tecnología y conocimiento

barómetro CYD 2017
Desde su primera divulgación hace ya más de 10 años, el Barómetro CYD se ha propuesto valorar la importancia que tiene la universidad española sobre la economía y la sociedad, la formación e inserción laboral y la transferencia de tecnología. Pero además, en cada nueva publicación hemos pretendido visibilizar las tendencias significativas en materia de contribución universitaria al desarrollo de España. En nuestra duodécima edición, las valoraciones de los expertos encuestados son reveladoras respecto al vector protagónico que asume la transmisión e incorporación del conocimiento así como su contracara agravante se centra en la poca dotación de infraestructuras y en la escasa importancia que otorga la Administración pública a las políticas y recursos dirigidos del área.

 

El Barómetro CYD 2017 pone en evidencia el papel que la universidad cumple dentro de la economía y la sociedad del país mediante un diagnóstico del estado de la situación que agrupa los aspectos clave del debate en 3 vectores: marco general, formación e inserción laboral y transferencia de tecnología . En concreto, la Fundación CYD ha consultado a 202 expertos en base a su responsabilidad o conocimiento e implicación en el tema con el propósito de conocer su valoración en una escala de 1 (nula importancia) a 5 (suma importancia).

1º vector: Aspectos generales de la relación de la universidad con la economía y la sociedad española

El Barómetro CYD aborda este apartado centrándose en la aportación de las universidades al desarrollo económico, la planificación estratégica del territorio, la atracción de inversiones externas o la competitividad de las pequeñas y medianas empresas, la cooperación entre empresas y universidades, y la importancia de las políticas universitarias para la atracción de talento de todo el mundo. Como novedad de esta edición, hemos incluido un aspecto clave: el papel de los rankings de universidades en la toma de decisiones (respecto a estudiantes, responsables universitarios, empresas u otros agentes sociales).

¿Qué aspectos se consideraron como más importantes? Que la universidad desarrolle políticas para atraer talento de diversas partes, la actuación de las universidades españolas como motor de desarrollo económico y el compromiso social de las universidades con su ámbito territorial de influencia; este último aspecto, vale destacar, se incluye como nuevo en esta edición. Es importante leer la evolución de estas consideraciones ya que las dos primeras mantienen su relevancia desde el Barómetro CYD 2009 y 2013 respectivamente.

En cuanto a la capacidad de la universidad para impulsar cambios organizativos y metodológicos y adaptarse a un entorno cada vez más digital (tercer aspecto nuevo incluido en esta edición) fue considerado el quinto más importante de los 12 propuestos; mientras que el papel de los rankings de universidades en la toma de decisiones el menor, lo cual permite hacer una lectura muy clara del largo camino que nos queda por recorrer a todos aquellos que promovemos la contribución de las universidades españolas al desarrollo económico y social del país apostando, entre otras herramientas, por los sistemas de indicadores capaces de medir la calidad del sistema universitario y proporcionar información, facilitar la toma de decisión o asistir a los agentes sociales.

2º vector: Formación e inserción laboral

En relación a este apartado, desde Fundación CYD pedimos a los expertos encuestados que valoren el papel de la universidad en el ajuste de la formación a los requerimientos del mercado laboral, la garantía de obtención de competencias y aptitudes, la promoción de actitudes emprendedoras, así como la disposición de servicios propios en la universidad para la inserción laboral de los egresados, la incorporación de estudiantes y/o titulados en prácticas en las empresas o la provisión de formación de posgrado. Como novedad, incluimos la importancia de que la formación de los titulados se ajuste a las necesidades requeridas por los perfiles profesionales emergentes .

¿Cuáles fueron los aspectos considerados más importantes? La incorporación de estudiantes y/o titulados en prácticas por parte de las empresas y el papel de la formación universitaria como garantía para la obtención de competencias y aptitudes. Siendo novedad de esta edición, la perspectiva relativa a que la formación de los titulados se ajuste a las necesidades requeridas por los perfiles profesionales emergentes ocupa el tercer lugar de la lista. Pero además, otro destacado se suma a este punto: los 2 primeros han aparecido entre los 3 más importantes del ámbito en 11 de los 12 barómetros realizados, lo cual refleja la permanencia de estas prioridades.

Independientemente del sector al que pertenecen los expertos, la incorporación de estudiantes y/o titulados en prácticas por parte de las empresas es valorado como el aspecto más relevante, en tanto los de la universidad y la empresa coinciden en que la formación de los titulados en sintonía con las necesidades requeridas por los perfiles profesionales emergentes merece ocupar un lugar entre los tres más importantes (aún siendo un aspecto que se incluye como novedad en el Barómetro CYD 2017).

3º vector: Transferencia de tecnología

Como mencionamos al comienzo de este artículo, la transferencia de tecnología y conocimiento es el campo protagonista del Barómetro CYD 2017 , ya que, de las 3 áreas a evaluar, ha obtenido la mayor valoración promedio y lo ha conseguido por segunda vez en 12 ediciones . De este modo, se ha llevado la primera posición luego de que formación e inserción laboral lo hiciera los años anteriores exceptuando en el 2014.

En este tercer y último apartado solicitamos a los expertos su valoración sobre aspectos tales como el que la empresa recurra a la universidad para realizar proyectos de investigación, el establecimiento de relaciones de colaboración tecnológica entre los dos sectores, la disponibilidad por parte de las empresas de personal especializado para establecer esos vínculos, las ayudas públicas para fomentar la I+D+i y la colaboración entre empresas y universidades, la movilidad de profesores a las empresas y de personal investigador de las empresas a las universidades y el fomento por parte de la universidad respecto a la creación de empresas de base tecnológica y las patentes.

¿Cómo resultaron las valoraciones de estos aspectos? Fueron considerados como más importantes los relativos a que la empresa establezca relaciones de colaboración tecnológica con la universidad, que las empresas recurran a ésta para realizar proyectos de investigación y el papel de las ayudas públicas al momento de fomentar la I+D+i y hacer posible el establecimiento de relaciones colaborativas empresa-universidad . Cabe mencionar que aquí también los 2 primeros han estado entre los 3 más importantes de este vector en las 12 ediciones del Barómetro CYD realizadas hasta la fecha.

En lo que respecta a colectivos, quizá aquí se perciba la mayor discrepancia. Si bien los 3 grupos de expertos coinciden en los relativos a que la empresa recurra a la universidad para realizar proyectos de investigación y a que ambos sectores establezcan relaciones de colaboración tecnológica, diferencian sus posturas en el otro aspecto importante que se incluye en el podio.
Así, para los expertos vinculados al sistema universitario el tercer lugar merece ser ocupado por el papel de las ayudas públicas de fomento de la I+D+i en el establecimiento de relaciones de colaboración entre empresas y universidades, mientras que para el sector empresarial debe ser la disponibilidad por parte de las empresas de personal especializado para facilitar relaciones de colaboración tecnológica con las universidades , y para los expertos ligados a la Administración pública el fomento por parte de la universidad a crear empresas de base tecnológica y las patentes.

Tendencias que el Barómetro CYD 2017 ha detectado en el sistema universitario español

Por último, en Fundación CYD hemos pretendido que los expertos encuestados den su valoración respecto a la evolución de ciertas tendencias en lo que respecta a la contribución de las universidades al desarrollo económico y social de España. Para ello, la evaluación ha sido puntuada en una escala de 1 a 5 (en la que 1 y 2 significa que ha habido un retroceso, 3 sin cambios, y 4 y 5 una mejoría).
¿Cúal fue el desempeño de esta curva evolutiva? Los 3 aspectos que mejor desarrollo tuvieron en 2017 (con un nivel medio de mejora por encima de 3,6 sobre 5) fueron el fomento de la cultura emprendedora en la universidad, su contribución como formadora de capital humano y la importancia que tiene para ésta su relación con la empresa. Merece recordar que estas mismas 3 tendencias han estado desde el Barómetro CYD del año 2011 en el podio de las que más mejoraban año tras año.

Sin embargo, no podemos dejar de mencionar las dos tendencias que marcan un claro empeoramiento: la dotación de infraestructuras para la ciencia, la tecnología y la creación y transferencia de conocimiento y, especialmente, la importancia otorgada por las AA.PP a las políticas y recursos dirigidos al sistema universitario. La primera lleva empeorando según la valoración de los expertos desde 2012 y la segunda a partir de 2010, ocupando siempre y desde entonces, la última posición.

Para finalizar con este artículo sobre el Barómetro CYD 2017 , vale la pena no omitir que los colectivos consultados señalan las mismas tendencias como las que presentan una mayor mejoría anual; a saber: la importancia que tiene para la universidad su relación con la empresa, la contribución de la universidad como formadora de capital humano y el fomento de la cultura emprendedora dentro de ella . La contracurva de esta evolución, delimitada por las tendencias que empeoraron, presenta puntos divergentes entre los expertos: para el sector de la Administración pública no hay retrocesos en ninguna tendencia (para ellos todas mejoraron), en tanto los del sector universidad y empresarial coinciden en la importancia otorgada por las AA.PP a las políticas y recursos dirigidos al sistema universitario , y en la dotación de infraestructuras para la ciencia, la tecnología y la creación y transferencia de conocimiento.

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