En el capítulo 1 del Informe CYD 2021/2022se muestran los rasgos básicos del sistema universitario español, entre ellos el gasto público en instituciones de educación superior, el coste para sus alumnos, la situación de su personal, así como el nivel de internacionalización. En este artículo describimos los principales resultados y conclusiones de estos apartados.
El gasto en educación superior desciende en la última década y es inferior al promedio internacional
Los datos analizados por la Fundación CYD muestran que el gasto en educación superior en España es inferior a la media de países de su entorno: según la publicación de la OCDE Education at a Glance 2021,en 2018 el gasto español por alumno fue de 13.800$, un 18,8% inferior a la media de los países de la OCDE. Este gasto en educación superior supone el 1,26% del PIB español frente al promedio del 1,43% de la OCDE.
Entre 2012 y 2018 el PIB español creció un 12,8%, pero el gasto público en educación superior apenas se incrementó un 1%. Además, según datos de la European University Association (EUA), los fondos públicos destinados a las instituciones públicas de educación superior españolas disminuyeron un 20% en términos reales entre 2008 y 2020. El descenso español fue el tercero más elevado; una desinversión que según apunta el Informe CYD no se observa en países como Francia o Alemania.
Montse Álvarez, miembro del gabinete técnico de la Fundación CYD, explica en el Informe CYD los efectos que la limitada inversión pueden suponer para la universidad:
“Uno de los problemas evidentes del sistema universitario español es la falta de una financiación suficiente, por lo que España queda sistemáticamente por debajo de los países europeos y de la OCDE en el indicador de gasto por alumno o respecto al PIB, así como en la ratio de gasto por alumno respecto al PIB per cápita. Esta limitada inversión, junto a los problemas de gobernanza y autonomía, condicionan la competitividad del sistema universitario español”.
Montse Álvarez, miembro del gabinete técnico de la Fundación CYD
Para intentar paliar la insuficiencia financiera del sistema, el gobierno se ha comprometido a aumentar la financiación pública para las universidades en la Ley Orgánica del Sistema Universitaria (LOSU), que fija un objetivo del 1% del PIB (actualmente se sitúa en torno al 0,7%).
Los alumnos de universidades públicas de Madrid y Cataluña: los que pagan matrículas más altas
En 2020, las universidades públicas presenciales españolas registraron unos gastos no financieros un 1,6% inferiores a los de 2009, en términos nominales, y unos ingresos no financieros un 0,5% más bajos.
El 19,5% de los ingresos de las universidades públicas se debe a las tasas, precios públicos y otros ingresos, y supone una aproximación al esfuerzo financiero que realizan los usuarios del sistema universitario público. Por regiones, Madrid y Cataluña registran los valores más elevados en el en 2020. Con el indicador más reducido están las islas, Canarias y Baleares, y Andalucía.
Si se analizan las universidades que más recaudan por alumno en el capítulo de tasas, precios públicos y otros ingresos, en las tres primeras posiciones aparecen tres universidades madrileñas: la Universidad Complutense de Madrid, la Universidad Politécnica de Madrid y la Universidad Carlos III de Madrid, a las que siguen la Universitat Politécnica de Catalunya, la Universidad Autónoma de Madrid y la Universitat Politècnica de València, todas con valores superiores a los 3.000 euros/ alumno. En el otro extremo, con menos de 1.200 €/alumno están las universidades de las Palmas de Gran Canaria, Cádiz, A Coruña, Sevilla, Vigo, La Laguna y Huelva.
En el curso 2021-2022 el precio medio de la primera matrícula de grado (en los centros propios de las universidades públicas) fue de 17,32 euros, con una variabilidad que va desde los 23 euros por crédito de Madrid y Cataluña hasta los menos de 12 euros de Galicia y los 12,3-12,6 euros de Asturias, Canarias y Andalucía. Por otra parte, el precio de la matrícula de máster habilitante para el ejercicio de una profesión regulada fue de 21,18 euros en 2021-2022, con máximos en Madrid y Cataluña de 30,4 y 27,7 euros y mínimos en Andalucía (13,7 euros), Galicia y Canarias (por debajo de 13 euros).
Por ámbitos de estudio, los precios medios de la primera matrícula iban desde poco más de 20 euros el crédito de los ámbitos de informática y sector primario y veterinaria hasta un importe inferior a 15 euros en educación y negocios, administración y derecho. Por sub-ámbitos: el precio más elevado lo registraba el crédito de informática (20,42 euros) y medicina (20,33 euros por crédito) y los más baratos, menos de 14,4 euros /crédito se encontraban en titulaciones de trabajo social y orientación, derecho y administración y gestión de empresas.
Docentes e investigadores: aumenta la temporalidad y la edad media supera los 50 años
En el curso 2020-2021, 223.387 personas estaban empleadas en el sistema universitario español: el 58,2% profesorado docente e investigador (PDI), el 29,3% personal de administración y servicios (PAS) y 12,5% personal investigador. En los últimos 5 años, el profesorado docente e investigador (PDI) ha crecido un 7,9% (16,7% en las privadas y 6,4% en las públicas).
El 83,8% del PDI corresponde a universidades públicas, donde el porcentaje de profesionales en régimen permanente ha disminuido y los profesores asociados representan el 35% del PDI, suponiendo un 13% más que hace 5 años:
“En los últimos cursos, las necesidades de profesorado de las universidades públicas españolas se han cubierto más con contratos temporales que con plantilla permanente o funcionarial. A esto hay que añadir el evidente problema de envejecimiento del PDI, el cual, lejos de resolverse, se ha agravado, especialmente entre los funcionarios”.
Montse Álvarez, miembro del gabinete técnico de la Fundación CYD
El Informe CYD apunta a que la edad media del PDI de las universidades públicas es de 50,1 años y el 15,2% se encuentra en proceso de jubilación (60-66 años), teniendo en cuenta que los profesionales de este ámbito se pueden jubilar a los 70 años.
“El relevo generacional y el rejuvenecimiento que necesita el sistema (con convocatorias de nuevas plazas que den acceso a los cuerpos docentes universitarios: catedráticos y titulares) no está ocurriendo ni con la suficiente celeridad ni en un volumen adecuado. Para hacer frente al rejuvenecimiento de la plantilla y el fomento de captación de talento sería necesario que las universidades tuvieran más autonomía en el establecimiento de las condiciones para la contratación de personal”.
Montse Álvarez, miembro del gabinete técnico de la Fundación CYD
Cabe señalar que España está en una posición rezagada (23 sobre 29) en el EUA University Autonomy Scorecarden el aspecto relacionado con la gestión de las plantillas.
La presencia de la mujer en la docencia universitaria aumenta, pero no es equitativa
Las mujeres suponen el 42,7% del PDI de las universidades públicas españolas. Se constata un aumento de su participación relativa en los últimos 5 años, especialmente en la figura de catedrática de universidad, con un incremento de 4,3 puntos, aunque las mujeres representan solo el 25,6% de los catedráticos.
Los ámbitos de estudio en los que la presencia de la mujer en el PDI es superior a la de los hombres son salud (51,2% de mujeres) y educación (55%). En servicios, informática e ingeniería, industria y construcción, la proporción de mujeres se sitúa entre el 20% y el 25%. El Informe CYD apunta a la necesidad de más acciones para fomentar la equidad:
“Cuanta más categoría profesional, menor es la participación de la mujer en la universidad y su presencia relativa en ámbitos como informática e ingeniería es la mitad que en salud o educación. El actual sistema parece no incentivar a las mujeres a que desarrollen y consoliden una carrera académica. Se requieren acciones que fomenten la igualdad de oportunidades, tanto a nivel normativo como cultural y social.”
Montse Álvarez, miembro del gabinete técnico de la Fundación CYD
En lo que se refiere a la actividad investigadora del personal docente, el Informe CYD pone de manifiesto que en el curso 2020-2021 un 16,5% del cuerpo docente universitario no había obtenido reconocimiento de su actividad investigadora a través del sexenio de investigación.
El Informe CYD expone que más de las tres cuartas partes del PDI funcionario de los centros propios de las universidades públicas ha leído la tesis en la misma universidad en la que imparte docencia. Además, señala que cuanto mayor es la apuesta por retener a los doctores que se han formado en la propia institución, menor es la cantidad de los sexenios: es decir el tramo de investigación reconocido al profesorado universitario por los méritos de su actividad investigadora.
Nivel bajo de internacionalización de la universidad y objetivo de futuro
En el curso 2020-2021 el número de estudiantes internacionales en el sistema universitario presencial español disminuyó respecto al curso precedente un 29,2%, una cifra determinada por la crisis de la COVID 2019. Esta caída es principalmente debida a la reducción de los alumnos de movilidad o intercambio (-64,6% frente al -2,5% de los estudiantes internacionales con matrícula ordinaria).
El nivel de internacionalización de las universidades españolas ya era inferior al de la media de los países de la OCDE según datos anteriores a la COVID: en 2019 el porcentaje de estudiantes internacionales de matrícula ordinaria en grado era del 1,5% en España frente al 4,8% de la OCDE, en máster 10,8% frente al 14% y en doctorado 18,2% frente al 22,1%. Por su parte, los universitarios españoles que están estudiando fuera con matrícula ordinaria representan el 1,95% del total.
La proporción de estudiantes internacionales es mayor en las universidades privadas que en las públicas. Los estudiantes procedentes de países latinoamericanos y de Francia e Italia son los alumnos internacionales más presentes en las aulas españolas.
En el Ranking CYD 2022 las universidades con mayor rendimiento en la dimensión de orientación internacional son las de Navarra, la Ramon Llull, la Autónoma de Barcelona, la Carlos III de Madrid y la Pontificia de Comillas.
El Informe CYD señala la internacionalización como una de las prioridades estratégicas de la universidad española y también un objetivo para el Gobierno según recoge la LOSU.