Mi nombre es José María Costa, y el pasado junio de 2017 me gradué en Administración y Dirección de Empresas en ESADE, Barcelona. Durante el año pasado había realizado prácticas en diversas organizaciones y a medida que se acercaba el final de carrera me tocaba decidir qué camino profesional escoger. Pero, ¿por dónde empezar? Mi universidad me rindió la oportunidad que participar en el programa de mentoring de la Fundación CYD y no dudé en aplicar para el programa.Fui seleccionado y me pusieron en contacto con una alta directiva de una empresa líder en infraestructuras en España. Durante el programa, no solo pude contar con la ayuda de mi mentora, sino que además me puso en contacto con otros directivos de la empresa, para poder conocer sus trayectorias, entender que es lo que hacen en su día a día y que es lo que han hecho para llegar donde están. El programa excedió todas las expectativas que podría haber tenido. Aprovechando la experiencia y criterio de mi mentora pude escoger, de entre las varias opciones profesionales que tenía al acabar la carrera, aquella que más se adecuaba a mi perfil y a lo que quiero llegar a alcanzar en mi vida profesional.
Recomiendo el Programa Mentores CYD por varias razones. La principal y más importante, es el poder contar con el criterio de personas de primerísimo nivel en el mundo empresarial para poder tomar decisiones personales de trascendencia, como puede ser que opción laboral escoger al acabar la carrera. Adicionalmente, te permite conocer como es el día a día de una empresa y entender en qué consiste esto de ser directivo y gestionar personas de la mano de personas que se dedican a ello en su día a día. Finalmente, el programa supone una buenísima oportunidad para construir relaciones profesionales y personales sólidas con personas destacadas del ámbito empresarial.
José María Costa, Mentee
En mi primer año como Mentora me ha encantado formar parte del proceso de reflexión de una persona que está dejando un entorno seguro, con un camino relativamente trazado, llamado Universidad, y que se está abriendo a un nuevo entorno para configurarse como un profesional de éxito en el futuro próximo.Poder compartir las dudas, expectativas, esperanzas que se le planteaban, el poder acompañarle en el proceso de reflexión ante su incorporación en el mundo empresarial en este momento tan importante, ha sido una experiencia muy gratificante a nivel personal. Por supuesto, la curiosidad por conocer de Pepe, su dinamismo y energía, han hecho muy fácil todos los encuentros del programa de mentores, permitiendo generar el aprendizaje bidireccional, donde hemos podido compartir también cómo las organizaciones debemos prepararnos para ser atractivas para captar el talento como el suyo.
Le deseo a Pepe que mantenga esta pasión e ilusión por hacer que las cosas sucedan, sin ver obstáculos sino caminos alternativos y oportunidades.
Sandra Tobías Grau, Mentora
