La misión de toda universidad, además de investigar es también la de hacer llegar al tejido productivo los resultados de dichos estudios. Sin embargo, la disminución continuada del esfuerzo inversor en I+D durante los últimos diez años ha impactado negativamente sobre el sistema de ciencia, tecnología e innovación, perpetuando como asignatura pendiente a la investigación y transferencia en las universidades españolas.
En la situación actual, se hace evidente que no todo el conocimiento que se genera en las universidades y centros de investigación llega finalmente al tejido productivo, siendo necesario darle prioridad a la investigación, desarrollo e innovación y apostar definitivamente por una economía más competitiva e innovadora que permita hacer frente a los actuales y futuros retos sociales.
Para contrarrestar la disminución del número de investigadores, la paulatina pérdida de liderazgo en los indicadores de calidad de la producción científica, el retroceso en el número de empresas innovadoras y la pérdida de importancia de las actividades de transferencia de conocimiento desarrolladas en las universidades, es imprescindible incrementar la inversión en I+D y garantizar una estabilidad presupuestaria que permita planificar a largo plazo.
Si las universidades y centros de investigación tienen un rol esencial en la producción científica y tecnológica, es fundamental tener capacidad de atracción y retención de capital humano altamente cualificado por parte de estas instituciones además de consolidar la colaboración entre el sector público y privado para mejorar el funcionamiento del sistema de investigación e innovación.
A lo largo de este artículo, haremos mención al capítulo 3 del Informe CYD 2017: “Investigación y transferencia en las universidades españolas”. Nos centraremos en los apartados que ofrecen una panorámica de la situación actual de la investigación en España y los indicadores que permiten analizar las actividades de transferencia de conocimiento impulsadas por la universidad. Para analizar en profundidad los resultados más destacados de 2016 y ver su tendencia desde 2010, puedes descargarlo aquí.
La investigación en España: recursos y producción científica española
El primer apartado del capítulo “Investigación y transferencia en las universidades españolas” se centra en los recursos destinados a la investigación y la producción científica. De entre los resultados mostrados, cabe señalar que durante el año 2016 no se observa un cambio en la tendencia negativa del gasto interno total en I+D con relación al PIB.
Por sectores institucionales, tanto la Administración pública como la enseñanza superior disminuyeron el gasto en I+D sobre el PIB y alcanzaron respectivamente un 0,22% y un 0,33%. Esta disminución se viene produciendo desde el 2010 (1,40%) y hace que el esfuerzo en I+D se sitúe en un 1,19% en el 2016. El hecho de que se haya prolongado esta tendencia durante los últimos años hace que España siga teniendo niveles inferiores de gasto en I+D al compararlo con la media de la UE-15 (2,09%) y de la UE-28 (1,94%).
En 2015 ya se percibía una ligera recuperación en el número de empleados dedicados a actividades de I+D. En 2016, con 205.873 personas, se confirma dicha tendencia y se observa un incremento significativo de esta cifra (2,49%) que no se producía desde el año 2008. Este aumento no se ha traducido por igual en todos los sectores institucionales siendo en la enseñanza superior (2,54%) y en las empresas e IPFSL (3,24%) donde más empleados se han incorporado entre 2015 y 2016.
En cuanto a los resultados de investigación, la producción científica ha ascendido a 443.430 documentos entre 2012-2016, lo que sitúa a España como el undécimo país (el décimo en el periodo 2011-2015) según dicho volumen. El porcentaje de la producción española con respecto a la mundial ha pasado del 3,36% en 2012 al 3,38% en 2016, lo que supone un ligero crecimiento muy inferior a periodos anteriores.
A lo largo de los años, se ha mantenido el descenso del liderazgo científico español. Entre 2012-2016 también se observa un descenso de la excelencia científica, en términos del porcentaje de trabajos que se encuentran entre el 10% de los más citados a nivel mundial, debido principalmente a que los socios con los que colabora España no contribuyen a que se haga investigación de calidad al mismo ritmo que en ediciones pasadas.
Es preocupante el descenso en los últimos quinquenios de la excelencia científica liderada por españoles, sobre todo porque la colaboración científica internacional también está descendiendo. Estas tendencias coinciden con un fuerte descenso de la inversión en I+D, tanto en gastos brutos como en porcentaje del PIB y en recursos humanos, especialmente acusado desde el quinquenio 2009-2013.
El análisis de la distribución de las publicaciones científicas producidas en España por comunidades autónomas refleja la habitual distribución irregular a nivel autonómico. Madrid sigue siendo la principal productora de conocimiento, aunque a poca distancia de la aportación de Cataluña, seguida de Andalucía y Valencia. Cuando las publicaciones se ponderan por el número de habitantes la comunidad autónoma que más destaca es Madrid, seguida de Navarra, Cataluña y Aragón. Con respecto a la calidad media de la producción científica de las autonomías, Cataluña es la región con los mayores índices de citación con respecto al mundo (consigue más de un 60% más de citas que el promedio mundial).
La investigación y transferencia en las universidades españolas
En la segunda sección del capítulo “Investigación y transferencia en las universidades españolas” se incluye información relativa a los recursos destinados a investigación en la educación superior y a la producción científica de las universidades españolas. En 2016 vuelve a disminuir el gasto ejecutado con respecto al año anterior un 1,5%; disminución trasladada a todos los campos científicos con la excepción de la ingeniería y tecnología que prácticamente mantuvo el mismo nivel de ejecución del gasto, y las ciencias agrarias que aumentó su gasto en I+D en un 34,5% con respecto a 2015 (aunque como en años anteriores, en unos niveles muy inferiores a los del resto de campos científicos).
Por tipos de centros, no se producen variaciones significativas, siendo las universidades públicas (89,97%) las que destinaron más gasto a actividades de I+D. Tanto las universidades privadas (6,47%) como otros centros (3,56%) realizaron una inversión en I+D considerablemente menor. Las principales fuentes de financiación de I+D en la enseñanza superior son los fondos propios, los fondos generales universitarios, la financiación pública, la financiación de empresas, la financiación de otras universidades, los fondos de instituciones privadas sin fines de lucro, y la financiación del extranjero.
Los recursos destinados por la comunidades autónomas a actividades de I+D y más concretamente desde la educación superior difiere notablemente entre regiones. En lo que se refiere al volumen de gasto dedicado a I+D, en las primeras posiciones aparecen comunidades como Cataluña (709M€), Madrid (641,53M€), Andalucía (579M€) y la Comunidad Valenciana (471,98M€). Solo estas cuatro comunidades llegan a representar más de un 65% de la inversión en I+D en España.
En cuanto a la producción científica de las universidades españolas, en el índice normalizado de impacto destaca la Universitat Pompeu Fabra, que aumenta sustancialmente con respecto a valores anteriores del indicador (1,82 frente a 1,79, manteniendo el incremento de otros años), seguida de la Universitat de Barcelona (1,60, que también aumenta el valor con respecto al año anterior) y la Universitat Autònoma de Barcelona (1,57, que asimismo aumenta).
Un indicador que refleja la alta visibilidad de la producción científica es el porcentaje de artículos publicados en revistas del primer cuartil, donde las tres instituciones top son la Universitat de Barcelona (cuyo porcentaje aumenta frente a la anterior edición a 63,78%), la Universidad de La Laguna (por primera vez en el top 3 del indicador, situándose en el segundo puesto con el 62,79%) y la Universitat Pompeu Fabra (61,66%).
En el indicador del porcentaje de excelencia con liderazgo del conjunto de la producción, se mide la capacidad de protagonismo e iniciativa de los investigadores de una institución. Destaca con una tasa superior al 10%, un año más, la Universitat Rovira i Virgili, seguida por la Universitat Pompeu Fabra (10,12%) y la Universitat de Lleida, que queda por debajo del 10%. En este cuadro del capítulo 3 del Informe CYD 2017, puedes ver la producción científica total de las universidades españolas (2012-2016).
Transferencia en las universidades españolas
En el tercer apartado del capítulo 3 “Investigación y transferencia en las universidades españolas” se incluyen distintos indicadores que ayudan a analizar el grado de cooperación entre universidades y empresas, y en general, aspectos relativos a las actividades de transferencia realizadas por las universidades.
Como aspecto a destacar respecto a la participación de las empresas en la financiación de la I+D universitaria, en 2016 continuó la tendencia decreciente en la financiación de la I+D universitaria por parte de las empresas. Esta disminución se viene produciendo desde el año 2008, en que se alcanzó un máximo de 346,78M€ para, en 2016, situarse en 187,89M€, lo que supone una disminución de más de un 45% desde 2008.
Según la última edición del European Innovation Scoreboard 2017, desde el inicio de la crisis económica, la mayoría de los países de la UE experimentaron una disminución en la proporción de pymes que habían desarrollado alguna innovación en el año 2015 con respecto al 2008. España es uno de los países donde se ha observado una mayor disminución de dicha proporción, que en 2008 alcanzó el 26,5% y en 2015 se situó en un 14,5%.
Durante los cuatro primeros años del programa Horizonte 2020 (2014-2017) las entidades españolas han obtenido una financiación de 2.813,6M€. En la temática de liderazgo industrial, la participación española ha sido especialmente destacada en el área “Innovación en las PYME”, que con 271,2M€ representa un 18,3% de la financiación total captada por las entidades de la UE-28. Sobresale también en “Nanotecnologías, materiales avanzados, biotecnología y fabricación y transformación avanzadas” con 300,2M€ obtenidos, lo que supone un 14,5% de dotación total. Dentro de la temática de retos sociales, las entidades españolas con 158,4M€ captados, destacan en la línea de “Acción por el clima, medio ambiente, eficiencia de recursos y materias primas” que representa un 13,2% del volumen de financiación total. En esta infografía puedes ver la participación española en el programa Horizonte 2020 por temáticas.
Otro indicador que mide el grado de colaboración entre ambos sectores es la producción científica firmada conjuntamente por autores procedentes de la academia y la empresa. Destacan por su volumen de producción absoluta la Universitat Autónoma de Barcelona, la Universitat de Barcelona y la Politècnica de Catalunya (que logran superar los 500 documentos firmados en colaboración con empresas).
Las publicaciones citadas en documentos de solicitud de patentes es un indicador que sirve para estimar la capacidad que tienen las universidades españolas para publicar conocimiento innovador. Las universidades para las que han sido citados más trabajos en documentos de solicitud de patentes son la Universitat de Barcelona (la más productiva), la Universitat Autònoma de Barcelona y la Universidad Autónoma de Madrid.
Por último, para medir la orientación comercial de los resultados de investigación universitarios, además de las publicaciones citadas en patentes, se analiza la evolución de solicitud de patentes, la cesión de los derechos de propiedad intelectual a través de licencias y la creación de spin-off. En los años 2016 y 2017 se observa una disminución muy considerable en el número de solicitud de patentes que las universidades realizaron por vía nacional en la Oficina Española de Patentes y Marcas. En el año 2016 la cifra ascendió a 524 y en 2017 a 433, lo cual supone una disminución del 23% en estos dos últimos años.
Según la última Encuesta de I+TC publicada por la RedOTRI y RedUGI de universidades, el número de licencias firmadas en las universidades españolas se ha situado en 364 en 2016. Cabe señalar un aumento notable en el volumen de ingresos procedentes de los acuerdos firmados en el último año. Así, el volumen generado se sitúa en 3,7M€ en 2016. En el caso de las spin-off, en 2016 se crearon 95. En esta década no se aprecia una tendencia creciente en la creación de este tipo de empresas, habiéndose mantenido generalmente en cifras superiores o cercanas a las 100 anuales.
La investigación, uno de los grandes ejes sobre los que gira la actividad de toda universidad, contribuye sin duda a la generación del conocimiento y al desarrollo o crecimiento del entorno social, económico y productivo. Frente al relativo empeoramiento de los indicadores de investigación y transferencia en las universidades españolas, el reto a asumir es muy claro e implica de manera inaplazable mejorar estos resultados con una perspectiva de carácter estructural.